Memorias del movimiento indígena. Regresemos a ver lo que hemos caminado. Entrevista con Blanca Chancosa
Fecha: 15 de octubre de 2019
Lugar: Ecuarunari
Por: Inti Cartuche Vacacela
Antecedentes
Blanca Chancoso es una dirigenta histórica del movimiento indigena, fundadora de Ecuarunari y una de sus primeras secretarias (cuando el Ecuarunari tenía forma de sindicato campesino). Actualmente es presidenta de la organización por dimisión de su anterior presidente. Nos interesó preguntar un poco por las demandas de los 90s, las luchas que movilizaron a las comunidades, también sobre lo que desde el presente se puede ver de lo caminado, las falencias y los logros, sobre el estado plurinacional y Pachakutik también.
La compañera Blanca reflexiona en su oficina de Ecuarunari, y recuerda sobre los inicios de la conformación de la organización, las luchas por la tierra y por la dignidad de los pueblos y nacionalidades indígenas, las vicisitudes de un inicial intento de “participación” en el Estado, ya que era “poner” a las dirigencias dentro de un espacio donde el “código no era el nuestro”. Al final reflexiona sobre la participación electoral y el Estado plurinacional, de la necesidad de evaluar lo que se ha caminado, lo que se ha dicho y lo que se ha hecho. Plantea que debemos volver a preguntarnos seriamente qué queremos, a dónde queremos llegar y cómo lo vamos a hacer. A través de ella, y desde ella misma, habla la voz de la experiencia organizativa y política acumulada por más de tres décadas.
Cada cierto tiempo es bueno mirar sobre lo que se ha caminado, lo que se ha hecho y lo que no se hecho. Preguntarle sobre la historia del movimiento indígena, ¿porqué cosas se ha luchado y qué cosas se han dejado de lado? Desde su mirada ¿Cuáles eran los problemas por lo que se movilizaban?
Trataré de ser corta. Yo creo que el movimiento indígena antes de nosotros siempre ha estado en resistencia, nunca se aceptó la conquista y la colonización. Y luego ya en estos siglos, diría que se ha adoptado un tipo de lucha más enmarcado en el termino clasista, yo diría, la época de Dolores Cacuango, que inicia la lucha con la FEI, pero es un poco apoyada con el PC, PSE. Entonces ellos tienen la lucha, luego de la revolución francesa y se sienten contagiados y empiezan la lucha obrera. Enmarcados en esa lucha obrera adoptan a los indígenas como obreros agrícolas, porque son [los indígenas] jornaleros rurales, trabajadores de hacienda, entonces junto con los trabajadores urbanos de las fabricas textiles. Adoptan esa dinámica con los indígenas, y el reclamo es más bien el reclamo por el derecho de los trabajadores agrícolas en las haciendas, por eso la creación de la FEI. Pero claro adoptan el nombre de indios no tanto por reivindicar lo indígena sino la condición laboral de los indios, es lo que cogen, la forma de la lucha es negociada a cambio del trabajo agrícola que adeudan. Entonces viene la recuperación de las tierras, pero es desde esta concepción, por eso se hace la recuperación de las tierra como cooperativas, no comunitarias sino cooperativas asociadas.
Entonces en esa dinámica, a lo largo de la región andina se inician las luchas por la tierra que eran apadrinadas por el partido, abogados de esta línea. Pero vemos que en este marco, nosotros, nuestra generación con la Ecuarunari, en cambio la mayoría estaba siendo apoyada por monseñor Proaño, por la teología de la liberación, la iglesia, que de alguna manera tenían ellos la posibilidad de ser catequistas indígenas, que estaban vinculados con la gente, desde otra óptica de identidad, como lo indígena. Y eso incide mucho en las comunidades indígenas y ahí viene la lógica esta de porqué no una organización de los indígenas. Aunque existía la FEI, no tenía esta cuestión de identidad, su lucha era clasista. Entonces por un lado, en el caso de la Ecuarunari. Pero por otro lado, hay jóvenes indígenas de otras provincias que no estamos vinculados a la iglesia, con una mirada de clase pero también con una mirada desde pueblos indígenas, afirmando la identidad de ser nosotros mismos, para no estar apadrinados ni de partido ni de nadie.
Entonces es el auge de la lucha de tierras, y ahí es cuando se empieza la organización en la zona sur con el apoyo de la iglesia, los catequistas se reúnen, encuentros nacionales. Y bueno, nace la Ecuarunari en el año 72 y yo me vinculo en el 73… yo empiezo el trabajo con las comunas en el año 72 pero más vinculada ya en el 73. La consigna es por la tierra, la cultura y la libertad. La cultura entendida como pueblo, la identidad se afirma en ese sentido. Pero también es la lucha contra el imperialismo contra el ILV. En esos momentos es cuando en los años 74, con la dictadura militar, –en Chimborazo tenían gobernadores militares–, las tomas de tierras eran fuertes, es ahí donde cae Lázaro Condo que había sido dirigente de la Ecuarunari. Él había ido en solidaridad con la comunidad en Chunchi, en la cosecha de esas tierras y es ahí donde el dueño de la hacienda, con los militares –claro el compañero muy joven, y valiente–, le bajan con disparos, muere Lázaro. En ese mismo año, le matan a Cristóbal Pajuña en Tungurahua. Entonces son momentos de la lucha por la recuperación de la tierra con la cual Ecuarunari nace, con posicionamiento, haciendo tomas de tierra generalizada en Cañar, Tungurahua, Chimborazo. Y bueno, en las otras zonas más afirmando la identidad. Y de hecho se concentra más en Chimborazo acompañado por Proaño, que estaba perseguido por la iglesia y la dictadura, incluso en una reunión en Santa Cruz apresaron a varios sacerdotes. Y la lucha nacional se generaliza contra el ILV, recogiendo firmas.
Así como en la profundidad de la lucha por la tierra también había mucho racismo, maltrato de las autoridades, discriminación de las autoridades, de la gente, de la sociedad que recibían los indígenas. Por ejemplo, en Imbabura no iniciábamos contra las haciendas pese a que había muchas, pero ahí más bien fue afirmar la identidad. Entonces se crea la FICI, formamos, comenzamos a tomar la autoridad de los cabildos sin dependencia de los abogados, se inicia así la organización a ese nivel. Entonces incluso yendo con voz propia. Yo diría que son momentos importantes que van a apareciendo, pero claro no les gustó que surja y fortalezca el Ecuarunari a la FEI y FENOC, porque les fue restando el nivel organizativo, porque muchas cooperativas indígenas de ellos se sintieron mas identificados con el Ecuarunari como pueblos indígenas por esta luchas, entonces se vinieron donde nosotros, ellos [la Fei y Fenoc] se sintieron celosos de eso. Entonces la mejor forma de desprestigiar a nuestra organización era decir que eramos folclóricos, que hacemos el favor al imperialismo, pero no progresó mucho porque nuestra organización empezó lo que no hicieron ni las organizaciones clasistas ni nadie contra el imperialismo que era el ILV, y porque sabemos lo que hacía, estaba en zonas claves por ejemplo en Chimborazo que era la zona mas guerrera, y en Lago Agrio que era la zona petrolera, ahí se instaló, con programas educativos, pero que no educación sino era a través de la biblia evangélica, desde los años 50 que estaban ellos ahí, y que más adelante vamos viendo que empiezan la explotación petrolera.
Bueno entonces el Ecuarunari da estos pasos que ya en los finales de los 70s el Ecuarunari se fortalece, toma posición. Bueno los primeros dos o tres años apoyaba la iglesia, acompañaba, unos miembros de la teología de la liberación, a los dirigentes que eran catequistas pero también dirigentes. En varias reuniones los que eran dirigentes comenzaron a cuestionar la presencia de los sacerdotes. Recuerdo que una vez los compañeros le dijeron “yo soy el secretario, ¿quién le ha delegado que coja la nota?”. Fue duro también, pero me parecía transparente, era importante, necesario. Y luego de esas cosas los compañeros dijeron “nosotros agradecemos todo el apoyo que nos han dado y de aquí ya podemos caminar solos, sigan acompañando en las cosas que nosotros les pidamos, pero ya no queremos que estén ustedes en nuestras reuniones”, y “¿desde cuándo?” “desde ahorita, pueden irse”. Entonces algunos aceptaron y dijeron nos vamos, está bien, otros no, se enojaron. Fue importante porque es afirmarse con esto de decir “caminar por nosotros mismos, pensar por nosotros, hablar por nosotros, y hacer por nosotros mismos”. Era muy importante, claro a muchos no les gustó y yo también tuve problemas con algunos sectores de la iglesia. En ese momento no tenia ni 20 años y no me querían por política y comunista. Fue un coyuntura importante en varios aspectos. La una con esta consigna de recuperación de tierras. Cuando hablamos de cultura también era la parte de educación.
Entonces tuvimos la oportunidad en este espacio de incidir, quizás demasiados jóvenes, pero era el único el Ecuarunari. Pudimos incidir a finales de los 70s en el dialogo que llamaron la junta militar en el procesos hacia la democracia. Entonces había un dialogo con la sociedad civil y el Ecuarunari participó. Y planteamos, hicimos un análisis sobre la discriminación por no saber el idioma y la discriminación política. Entonces hicimos tres planteamientos, sin experiencias ni segundas intenciones, sino la que el pueblo indígena pueda incidir y ejercer derechos, esa era la idea. Se planteó que, por ejemplo, en provincias, parroquias y cantones de mayoría indígena nos permitan que nosotros elijamos nuestras autoridades: el teniente político, el comisario, que sean puestos por nosotros. Fruto de ese dialogo se logró en 8 parroquias, creo que en Saraguro, Cañar e Imbabura (Peguche). Pero al año enseguida, como siempre nos reuníamos, nos dimos cuenta que no era bueno.
¿Porqué?
Porque poníamos indígenas, o quizá lideres importantes en la comunidad, y sin embargo, la aplicación tenía que hacer la ley que ya estaba hecha, del Estado, mas no era en el marco de los indígenas, sino en el mismo patrón de esa ley que no era nuestra. Entonces más bien algunos se corrompieron. Entonces dijimos ahí quedamos ya no insistimos para las otras parroquias ni nada, dijimos eso no está bueno, porque es poner gente al servicio del Estado que a su propio pueblo va a reprimir. Entonces no. Y por suerte había más disciplina que nadie más insistió que ya le toca el turno. Ahora en cambio, es “me toca el turno”, creen que hay que seguir no más, hagan o no hagan algo, hay que seguir. En cambio, en ese momento sí dijimos eso no está bien.
En ese momento era visto desde la organización que era necesario [poner gente indígena en el Estado], por el racismo por el maltrato de los comisarios, tenientes políticos, que no sabían el idioma, y nos obligaban a poner abogado, era por esas cosas que creíamos necesario un indígena, pero planteábamos delegado o elegido por los pueblos indígenas mas no por el gobierno. Pero lo que no medíamos era que a quién íbamos a poner tenía que aplicar una ley que iba en contra. Era entregar una persona nuestra en manos del Estado, eso había que ver. Entones dijimos no, no más, ese no es el camino y no insistimos más tampoco, quizás tuvimos experiencias.
Luego de eso planteamos más bien, en eso mismo años, en este dialogo, el derecho del voto del analfabeto, porque hasta esos años quiénes votaban eran solamente los que sabían leer y escribir a partir de los 18 años, y la mayoría del pueblo ecuatoriano –en ese momento estaba mucho más definido– eramos más del 50% de los habitantes del Ecuador indígenas, y ese % no votamos porque eramos analfabetos totalmente. Entonces, una de las luchas nuestras era el derecho al voto del analfabeto y fuimos apoyados por otras organizaciones. Eso fue importante y salió publicado en El Comercio por tres días. Nosotros en ese tiempo no teníamos watsap, no hicimos propaganda, pero fue considerado el derecho al voto. Pero lo que no nos dimos cuenta es que a partir de eso, todo el mundo se volcó a lo rural, a los indios y a rellenar las candidaturas con la indiada. Entonces también puso en riesgo la unidad de los pueblos indígenas porque llegaban los partidos políticos.
O sea, las luchas por tierras fue incompleta porque no había un programa real agrario, la siembra, cómo vamos a hacer, no hubo sino solo recuperación de tierras. Luego viene esta etapa de participación, ser autoridades, cómo incidir, es otro vacío. O sea hay un logro pero al mismo tiempo incompleto.
Me parece interesante lo que dice, o sea que se recuperó las tierras pero quedó a medias, luego la participación en las tenencias políticas, como que se logró pero se perdió.
O sea siento así, ahora con un poquito más de experiencia. En esos momentos eran logros importantes. Ya después evaluando hace falta, no era suficiente eso. Entonces esto pasa con las autoridades porque a partir de ello comenzamos a participar con la izquierda, poniendo candidatos que no eran nuestros, pero eran amigos...pero igual, muy pronto después de ganar se cambiaban de camiseta, entonces ¿qué confiabilidad? se van acostumbrando. Eso por un lado.
Por otro lado, Ecuarunari sigue su lucha contra el imperialismo, contra el ILV. Recogimos firmas, hicimos una gran marcha, primera vez en Quito. Para ese año era ya presidenta nacional finales de los 70s, 79[de Ecuarunari]. En los 80s, con una gran marcha entramos a la etapa constitucional y entregamos unas cuantas firmas que recogimos para la expulsión del ILV, que a los pocos meses el gobierno firmó la salida. Son momentos de lucha por la cuestión agraria. En esos procesos es que también vamos viendo la necesidad de unificar, de buscar alianzas con otros sectores. Logramos una alianza con los obreros, con los campesinos, pero que nos respeten a los pueblos indígenas. Con la CEDOC y la FENOC logramos un proceso. Entonces para el Ecuarunari se abrió dos procesos, una: la alianza con los sectores sociales, y otro: también con los propios pueblos indígenas asumiendo que la organización no cubría a nivel nacional, la Amazonía no estaba, ni de la sierra mismo, peor de la costa.
Luego viene la lucha de la educación que es otra ganancia inicial antes de la CONAIE, cuando planteamos la alfabetización en idioma indígena, es decir en kichwa pero con profesores, promotores electos por la comunidad y la organización. A tal punto que el gobierno intentó dividir, convocar a las provincias sin convocar al Ecuarunari, pero los dirigentes antes de ir a las reuniones venían al Ecuarunari – porque había un respeto, seriedad y compromiso con la organización– a tener reunión y a preguntar “¿qué vamos a decir? ¿qué hacemos? están llamando, entonces ¿vamos o no vamos?”. Entonces, la idea era unificar criterios, “vayan pero no acepten nada hasta que no sea por medio del Ecuarunari”. Entonces, el gobierno tenía que hacer una asamblea donde estuviera Ecuarunari. Ahí logramos, en esa línea tener promotores y alfabetizadores elegidos por la organización, ahí inicia la unificación del idioma indígena y del idioma kichwa. A nosotros lo que nos interesaba era la unificación de los pueblos indígena y contra los gringos, contra el ILV.
En ese proceso comenzamos, por un lado eran ganancias a nivel indígena, nos íbamos reuniendo un poco más, pero en la lucha con el gobierno nos unificamos con los campesinos y obreros. Con estos últimos era más coyuntural, pero participábamos. Yo aprendí mucho cuando había huelga nos invitaban al Ecuarunari a ser parte del comité de huelga. Íbamos visitando a los obreros y hacían que intervenga, aprendí a luchar en las calles. De todas formas, con los obreros, con el movimiento social avanzamos a formar un frente único de lucha, fui coordinadora del frente en este proceso de alianza. A nivel indígena seguíamos, teníamos reuniones, acuerdos, hubo más compromiso, se fortaleció más el proceso. Organizamos la agenda de lucha. Se forma la Conacnie, la coordinadora y a unificar entre los diferentes que hasta ahora hay, al menos ahí tratamos de unificar conociendo bien las posturas era más transparentes.
¿Cuáles eras las diferencias y las posturas políticas?
En ese tiempo ellos [se refiere a las organizaciones amazónicas] como que todavía no estaban bien claros de defender sus territorios, como que seguían haciendo cambios con regalías. En cambio nosotros con esa mirada nacional decíamos “no a la petroleras, respeten los territorios”. Pero ahí esas cosas teníamos que unificar, qué es lo que nos une a los pueblos indígenas. Creo que ahí hicimos el primer ejercicio de compartir una lucha en términos plurinacionales, desde el ámbito indígena. Entonces hicimos una lista, una sábana, ¿qué nos unen? y puntos ¿qué nos diferencia? puntos nacionales, puntos particulares. Para nuestros encuentros no teníamos dinero, celulares, pero duraban tres, cuatro días con más de cien gentes. Ahí eran los debates.
Primero lo que no unificaba, la lucha por las tierras, eso era importante. Nosotros teníamos que recuperar las tierras contra los hacendados, en cambio los compañeros [los de la amazonía] tenían que defender lo que tenían, que no les quiten. Nosotros peleando por 100 ha, ellos peleando por miles. Entonces, ya una vez unificado comenzamos a hablar sobre las estrategias y creo que hemos ido avanzando poco a poco hasta que dijimos, después de 6 años de convivir, ya es hora de ir al altar, de firmar el documento. Una vez que íbamos trabajando se constituyó esta coordinación…
¿En ese tiempo se hablaba ya de Estado plurinacional?
Se estaba hablando pero no estaba armada la propuesta. Cuando se constituye la CONAIE, se va trabajando en la propuesta política del movimiento indígena y la conformación de lo que sería el Pachakutik. Bueno, se va conversando viendo cómo incidir con el planteamiento a ese nivel. Para cuando se armó el Pachakutik... el planteamiento era una estrategia política, ¿cómo incidir en el Estado? Era participar electoralmente, ganar unos cuantos diputados con propuestas de ley, unas leyes que eran necesarias. Claro se participa electoralmente y en l primera salen 11, que fue lo máximo, creimos que en la siguiente seríamos 20, pero, más bien cada vez ha ido menos...
Pero para cuando ya se constituye la Conaie, nosotros fuimos armando la parte de las nacionalidades, la identidad. O sea, ya con una propuesta más política. Porque antes de la Conaie, en ese tiempo era “o indígenas o campesinos”, se afirma la identidad y salimos a la luz, al debate, con la propuesta de que “no somos ni indios, no somos campesinos, no somos ninguna hoja caída de ningún lado, somos naciones”. Es cuando se afirma lo de las nacionalidades, y de ahí sale la propuesta en términos de igualdad, o sea, de unidad en la diversidad, el derecho a la igualdad, pero también a la diversidad.
Entonces con la formación de la Conaie, se va preparando la EBI, luego viene lo de Pachakutik, y hablamos de autonomía y de autodeterminación. O sea, ya la propuesta de lo que antes era solo reivindicación y petición de obras se convierte en una agenda política más bien de país. Aunque a muchos les da miedo que les digan que estamos haciendo paralelismo, pero si hacemos con seriedad y con fuerza podríamos tener mucha más fuerza y mantener esto de, sí, nos declaramos como un gobierno paralelo de los pueblos indígenas, pero una propuesta que desde los pueblos indígenas hacemos no solo para pueblos indígenas, o sea, no nos negamos el derecho para pueblos indígenas, pero en el marco de país.
Y ahora viendo desde la experiencia de tantos años de lucha, desde su perspectiva ¿qué se ha logrado y cuáles han sido los desaciertos?
O sea hay incompletos, desde esta perspectiva de si somos naciones y si somos el gobierno de los indígenas, creo que nos hace falta realmente trazar un programa de gobierno propiamente, que no sea sólo recuperar la tierra sino trazar una política agraria para poner contra la pared al gobierno central, ahí hay esa debilidad. Por eso para muchos mayores cuestionan “si los hijos se han profesionalizado, ya salen y tienen que vender la tierra, ¿de qué ha servido la lucha por la tierra?
La otra propuesta, la parte de educación que fue un logro, pero queda un vacío porque cuando confiamos al personal es uno que solo da un servicio profesional pero sin compromiso con su pueblo. Eso es un problema, un servicio, no responde a una organización. Entonces se ha esparcido en el aire lo que se pensaba que se podía fortalecer con esto.
En la parte política electoral, yo creo que hasta ahora no hemos logrado la representatividad de pueblos indígenas en estos otros espacios. Ahora tenemos indígenas en espacios, como funcionarios o, por elección popular, como autoridades y diputados. Pero no son la representación indígena, porque es a través de un partido los que están entrando, y el movimiento indígena no tiene ese afán de crear un partido indígena. Aunque el Pachakuti puede identificarse como que fuera de los indígenas por los símbolos, pero no es de los indígenas exclusivamente. Es una instancia de cohesión con otros sectores...Ahí no hemos ganado porque ahora, enmarcado en el estado plurinacional, los pueblos indígenas deberíamos tener una bancada, un porcentaje directo sin la participación de Pachakuti, sino por cada nacionalidad unas cuantas representaciones deberíamos tener. Y si decimos que somos 30% de indígenas en el Ecuador, ese porcentaje deberíamos tener en la asamblea. Ahí podríamos decir que hay representación indígena, mientras tanto no hay, porque los demás han ido por elección popular, no por representación indígena, es diferente.
Pero también creo que nos toca re-direccionar porque hay un vacío. O sea, hay muchos que dicen que hemos ganado autoridades, alcaldes, prefectos pero igual. Hablan de ser lo alternativo solamente porque es de poncho o anaco, pero en la acción está pasando lo mismo que la experiencia de los tenientes políticos. O sea, van a ser el alcalde, sí, pero en el mismo parámetro propuesto de los otros. No hay lo alternativo. En este caso, viendo por Pachakuti, estamos hablando de lo alternativo en el sentido de profundizar la plurinacionalidad, entonces los alcaldes, prefectos, sus programas del municipio, deberían ser los nuestros, deberían de demostrar una política plurinacional para decir lo alternativo está aquí.
Y para implementar esa política plurinacional, ¿cuál debería ser la base de lo plurinacional?
Es que en cantones donde indígenas son mayoría, ¿cómo va a ir a implementar? Por ejemplo, a los indígenas ¿qué obra le da el prefecto y qué hace para la ciudad? más pesa el adecentamiento de las calles, todo eso, ¿a los indígenas que le da? si le da una casa comunal...¿qué tipo de programa va a hacer? ¿cómo le va a decir que para dar energía y alcantarillado hágase barrio a una comunidad? Quieren trasladar lo urbano a la comunidad, el término de organización estructural pero no el término de lo que es la comunidad. Entonces no están mirando eso para hacer política de gobiernos locales, que no es sólo la ciudad. ¿Cómo se hace políticas en ese término plurinacional?. Por ejemplo, No hacen consultas por ejemplo. Entonces no hay lo alternativo real.
¿Cuál sería el siguiente paso ahora que esta reconocido el estado plurinacional?
Es que ese el vacío. El vacío es que quién se candidatiza, se candidatiza para ganar, su persona y nada más, y no hay quien le discipline, entonces internamente la organización tiene que fortalecerse a ese nivel. Por eso es necesario re-direccionar la participación electoral.
¿Hacia dónde?
Redireccionar, solo cuando hablan de ser alternativo cuando dicen ahora me toca a mi, pasado a ti, o decir ahora un viejo mañana un joven, eso no es redireccionamiento. Redireccionamiento es decir a ver ¿para qué estamos participando, qué queremos? Eso debería de ser primerito, antes de alocarnos y decir “nos vamos a la elección, y ¿ahora los candidatos?”. Primerito preguntar para qué, qué queremos en esta elección, para qué en este periodo. Si no están claro deberíamos decir “no”, dejemos pasar no perdemos nada, y más bien tracemos bien para el siguiente. Ese es el problemita porque no logramos visibilizar qué queremos. Y sabiendo qué queremos incluso valdría la pena cerrar la puerta y todo mundo dedicarnos a la campaña para que gane, pero sabiendo lo que realmente nos va a servir a todos, pero como eso no está visible, entonces estoy esperando a que si gana, me ponga de secretaria o de portera y que le de el puesto. Ese es el vacío mayor. Allá hemos llegado, hay gente que apoya por eso no más, no está pensando en qué mismo vamos a ganar. Y de acuerdo a eso colocar en los gobiernos locales en la provincia, en donde sea. Esa es nuestra debilidad mayor, tanto de los que nos están dirigiendo, cuanto de los demás como para ajustarnos a eso.
Personalmente digo, o sea, unos dicen “es dejar el espacio vacío al otro, mejor participen no más”. No están pensando con seriedad, así ¿cuándo vamos a llegar?- Digo esto, porque el movimiento obrero ha tenido grandes líderes, pero su techo máximo ha sido llegar al proceso electoral y han perdido, y ahí se ha acabado y ese es mi temor con el movimiento indígena, llegar al Estado y se acabó. Es hasta ahí donde están pensando. Porque ahorita por ejemplo tanto han peleado, “que ya nos toca a nosotros”. Y ahora me doy cuenta que es lo querían, los que decían ahora me toca ahora están tratándose de ubicar lo más que puedan como funcionarios.
Algún rato, Tayta Lucho dijo, “ya, que se acabe esta pendejada, porque no avanzamos más”, casi le linchan por decir eso, dijeron “claro como él ya fue, ya aprovechó, entonces ahora quiere acabar”, o sea no le entendieron bien. Yo no he dicho que se acabe, pero si me mantengo con esto: evaluemos, regresemos a ver lo que hemos caminado, y pensemos si es necesario o no. No importa, si otros quieren ir que vayan y participen, pero nosotros como movimiento veamos otra estrategia de hacer poder…
Pero el punto es que se evalué el Pachakuti...
Que se evalué bien, no en los términos de condenar a nadie, sino más bien qué queremos, a dónde mismo queremos llegar, para qué ha servido y si vamos a seguir ¿cómo?, para ver lo que vamos logrando, y si no, realmente no ¿para qué?, ya los que quieren seguir participando electoralmente que sigan no más, es que ¿para qué aferrarnos?. Y no hablo desde el puritanismo, hay que pensar cuando uno quiere ser gobierno y cuando ser poder ¿en ésta misma línea y en este mismo espacio de este poder que nos destruyó, que hace daño, es en lo mismo que nosotros queremos también entrar? Entonces si entro allá voy a hacer lo mismo que estoy criticando, que no estoy de acuerdo. Y si quiero cambiar tengo que ir con algo distinto y hacer algo distinto, y ahí demostrar que soy alternativo. Y el apoyo tener para otros momentos electorales, con la prueba de que esta aplicación es la alternativa. No solo la alternativa cambiando de personas, es el programa. Entonces la organización tiene que direccionar en ese nivel.
Comentarios
Publicar un comentario