El pastor y el caminar de los pueblos. A propósito del regreso de Correa
Hace unos días se ha anunciado el regreso de Correa desde su autoexilio. Dicen, para poner orden entre sus seguidores (AP), al puro estilo de un jefe, un patrón, un gamonal, un mesías blanco y de ojos verdes, llamado a salvar su partido y, por su puesto, su patria (altiva y soberana), el país de las garras de la "restauración conservadora", de la "derecha". A parte de los conocidos temas de la llamada "mesa servida", una de las mayores herencias que el correismo ha dejado en la cultura política del país, no tan discernible a simple vista, es la idea de la política centrada en el caudillo, en la figura mesiánica del líder indiscutible. Y como bien sabemos, en la última década, la política del caudillo que guía, ahora si literalmente, a su rebaño, se materializó en la política desde el estado-gobierno como el principio y fin de la transformación social. Subordinó a su acción y proyecto, las fuerzas sociales que, a pesar de las múltiples debilidades, ...